Hoy en día, la palabra “tóxico” se lanza como confeti. Cualquier cosa con la que alguien no esté de acuerdo es etiquetada como tóxica. Como resultado, ese término ha perdido todo su significado. Puede ser difícil reconocer los rasgos de las relaciones tóxicas, especialmente cuando se está enamorado. A la mayoría de nosotros nunca nos enseñaron a ser una buena pareja, y mucho menos a reconocer las señales de advertencia de una relación insana. Así que aprendemos sobre la marcha. Nuestras experiencias en las relaciones consisten en ensayo y error.
Una relación tóxica se define por un patrón de abuso penetrante y dañino. Perpetrada por uno o ambos miembros de la pareja, se caracteriza por el engaño, el egoísmo, los celos y el deseo de control.
A menudo sigue habiendo amor en las relaciones de pareja tóxicas y es aquí donde las cosas empiezan a complicarse. Puede ser mucho más difícil reconocer los rasgos de una relación tóxica cuando todavía hay amor.
Para ayudar a identificar si una relación es tóxica, esté atento(a) a las siguientes señales.
- Celos
Es normal sentir celos de los demás de vez en cuando. Sin embargo, los celos habituales son un rasgo de la relación tóxica que nunca debes ignorar.
¿Su pareja monta en cólera cuando habla con otra persona? ¿Menosprecia tus logros o te disuade de pasar tiempo con tus amigos? Todos estos son ejemplos de libro de texto de los celos.
Al final, acabarás ocultando tu felicidad, sólo para no molestar a tu pareja. Una relación marcada por el miedo no es una que debas continuar.
- Comportamientos narcisistas
El narcisismo se caracteriza por un sentido de importancia inflado, un sentido de derecho y una falta de empatía, entre otros criterios.
Un narcisista suele ser muy encantador. Por eso la gente se enamora de ellos.
Sin embargo, una vez que se han establecido en la relación, las grietas comienzan a formarse en su fachada. Pueden empezar a meterse contigo y a menospreciarte. Y en una discusión, puede que nunca quiera llegar a un acuerdo, sino que insiste en que siempre tiene la razón.
Los narcisistas suelen dar luz de gas a sus parejas. Lo hacen con falsas acusaciones y tergiversando sus palabras. Sus comportamientos le harán cuestionar la realidad.
La luz de gas es una forma de manipulación y abuso emocional. Si usted está experimentando cualquier forma de abuso narcisista, deje la relación.
- Sus necesidades son ignoradas
Tus necesidades no son negociables. Tus necesidades son necesidades. Por eso se llaman “necesidades”.
Ya sea que necesites afecto, tiempo de calidad, espacio personal o tiempo con un amigo, tu pareja no puede decidir lo que necesitas o no. Lo decides tú.
Una buena pareja atenderá tus necesidades. Una mala pareja las ignora.
- Estrés constante
Los rasgos de las relaciones tóxicas son una tortura de soportar. El estrés constante es un síntoma natural de una relación que se ha agriado.
El estrés hace mella en tu salud mental y física. Si has llegado a un punto en el que te sientes constantemente estresado por tu relación, puede ser el momento de dejarlo ir.
- Comportamientos controladores
¿Hay ciertas actividades en las que no puedes participar o personas a las que no ves porque tu pareja te lo prohíbe? Esto es una violación de tu independencia.
Estar en una relación no significa que renuncies a tu derecho a tomar decisiones. No eres una niña. No mereces que te traten como tal.
- Aferrarse al pasado
¿A tu pareja le gusta sacar a relucir las indiscreciones del pasado? Una cosa es aprender de los errores y otra cosa es convertirlos en armas. A los maltratadores les encanta utilizar la culpa como instrumento de control. Tal vez usted metió la pata en el pasado. Tal vez tu pareja sepa que te sientes culpable por ello.
Pero si tu pareja utiliza habitualmente tu pasado en tu contra, es hora de poner fin a tu relación.
- Culpar a otros
Si tu pareja culpa a otros de lo que va mal en su vida, nunca crecerá. Ya sea que te culpen a ti, a su familia, a su jefe o a sus amigos, es un comportamiento tóxico y corrosivo.
Todos tenemos que darnos cuenta de que siempre habrá factores externos. Pero la forma en que vivimos nuestra vida es únicamente nuestra decisión. Y nuestra propia responsabilidad.
Para que una relación tenga éxito, ambas partes deben asumir sus problemas y comprometerse a trabajar en ellos. Si no lo hacen, la relación se resentirá.