Testimonio personal
Van a ser ya dos meses desde que llegué a la ciudad de Mannheim, Alemania y debo decir que he vivido muchos momentos buenos y otros no tanto. Al darme cuenta de las facilidades que la Oficina de Relaciones Internacionales de la Universidad Icesi ofrece para realizar intercambios internacionales, decidí que debía tener esa experiencia en mi vida, la cual aportaría tanto a mi parte profesional como personal.
En cuanto a la elección del país de destino, estaba segura de que quería ir a Alemania, pues siempre me ha interesado su cultura, organización, idioma (algo complicado) y desarrollo económico con el que cuenta actualmente. Escogí la Universidad de Mannheim principalmente porque es una institución de calidad y alto nivel académico en las facultades de Negocios y Economía, además, me dieron muy buenas referencias otros estudiantes de Icesi que ya habían estado de intercambio allí, por lo cual no hubo duda en aplicar.
El 22 de agosto por la noche emprendí mi viaje hacia Europa. Mi itinerario de vuelo fue Cali-Madrid, Madrid-Frankfurt. Puesto que llegué a Frankfurt alrededor de las once de la noche y no podía recoger las llaves de la residencia a esa hora, decidí quedarme la primera noche en Frankfurt y al otro día temprano tomar un bus hacia la ciudad de Mannheim, que está situada aproximadamente a una hora. Tuve la oportunidad de inscribirme al “buddy program” que ofrece la universidad, por lo que en la estación me estaba esperando mi buddy el cual me llevó a mi residencia y me ayudó la primera semana con todos los trámites de la universidad. Aunque siempre había querido realizar un semestre de intercambio en Alemania, debo decir que la primera semana fue algo abrumadora.
Era la primera vez que me iba de la casa tanto tiempo a un país extraño sin conocer básicamente a nadie, ni entender cómo funcionaban las cosas, y ni mencionar todos los trámites que toca realizar apenas uno llega. Sin embargo, poco a poco, con el paso de los días y a través del ensayo y error, fui aprendiendo a movilizarme. Al iniciar la semana de inducción las cosas fueron mejorando puesto que conoces personas de muchísimas partes del mundo, haces nuevos amigos y descubres que no estás solo en esta experiencia si no que muchas personas más están pasando por lo mismo.
La Oficina de Relaciones internaciones nos realizó varias actividades y nos dio información y apoyo para poder iniciar este nuevo semestre. En la Universidad de Mannheim cada semestre llegan muchísimos estudiantes internacionales precedentes de todas partes, por lo que es bien organizada es ese aspecto. Además, en toda la universidad puedes hablar en inglés, por lo que no he tenido problemas para comunicarme.
Mannheim es una ciudad pequeña pero muy organizada, con un amplio comercio y que ofrece una gran diversidad cultural. Además, queda cerca de grandes ciudades como lo es Frankfurt. Algo que resalto de este país es su organización, que he notado desde lo relacionado a la universidad hasta en el transporte público. Los horarios y la puntualidad son muy importantes, además de la educación, el desarrollo la y cultura. Alemania es un país increíble y un aspecto que valoro mucho de acá es la tranquilidad con la que puedes estar a toda hora, sin preocuparte por caminar solo o por tus objetos personales.
Así mismo, puesto que es una ciudad con gran cantidad de estudiantes internacionales, en general puedes comunicarte en inglés sin mucho problema. Sin embargo, algunas cosas me resultan todavía bastante extrañas como el hecho de que los domingos prácticamente todo esté cerrado (excepto por algunos bares y restaurantes), los cortos horarios de atención de algunos establecimientos y la burocracia que se maneja para la mayoría de trámites. Aunque se me ha hecho algo difícil entender estos aspectos, he aprendido a respetarlos, a tener una mente más abierta y a apreciar el hecho de que son muchas de estas cosas las que hacen que hoy en día Alemania se destaque por su desarrollo a nivel mundial.
En cuanto al sistema académico de la universidad, es muy diferente a lo que estamos acostumbrados en Icesi. En las materias que estoy viendo sólo se hace un examen al final del semestre y tu calificación depende de eso. Sin embargo, lo que resalto de este sistema es que te permite organizar tu tiempo para poder realizar otras actividades durante el semestre. Adicionalmente esta experiencia me ha servido bastante para afianzar mi inglés así como mi conocimiento y entendimiento del alemán (de los niveles que realicé en Icesi), ya que estoy tomando un curso de alemán y además me encuentro inmersa todos los días en este ambiente.
Debo decir que esta experiencia le ha dado un giro a mi vida, me ha enseñado muchas lecciones y he vivido muchos momentos buenos. He aprendido a organizar el tiempo y mi presupuesto, a ser más responsable y descubrir cosas que no sabían que me gustaban (como cocinar), he conocido amigos increíbles de varias nacionalidades y en general, he aprendido a tener una mente más abierta y una nueva perspectiva. Estoy segura de que todos estos aspectos le aportarán enormemente a mi vida personal y profesional, por lo que ahora digo, valieron la pena esos momentos algo difíciles al inicio y me doy cuenta de que tomé la mejor decisión.
Por último, invito a todos los estudiantes de Icesi a que se animen y si tienen la oportunidad, no duden en vivir esta maravillosa experiencia.
