aurora1 Boletín # 62 La Asociación de los Estudios Latinoamericanos (LASA) otorgó el prestigioso premio OXFAM America/ Martin Diskin Dissertation Award 2014 a la profesora del Departamento de Estudios Sociales y Directora del Centro de Estudios Afrodiaspóricos (CEAF) de la Universidad IcesiAurora Vergara Figueroa. La ceremonia se llevó a cabo el pasado 23 de mayo de 2014 durante los premios de la XXXII versión del Congreso Internacional de Latin American Studies Association (LASA) en Chicago. Este premio fue otorgado gracias al  esfuerzo de integrar la labor académica y el activismo que la Dr. Aurora Vergara ha liderado.  Este es uno de los premios de mayor prestigio en el área de los estudios latinoamericanos. El premio, que lleva el nombre del profesor Martin Diskin, se otorga a personas excepcionales quienes encarnen el compromiso del Dr. Diskin de combinar el activismo y la docencia e investigación académica. Para la selección del ganador, los jurados tomaron en cuenta criterios como: la trayectoria académica e investigativa del candidato, la calidad de su tesis doctoral y las recomendaciones de los expertos independientes. Una mujer consagrada a la academia Aurora Vergara Figueroa, nació en Itsmina Chocó, es Sicóloga de la Universidad del Valle, con Maestría y Doctorado en Sociología de la Universidad de Masachussets. Es especialista en Estudios de la Diáspora Africana y en Estudios Latinoamericanos y del Caribe. También realizó un diplomado en etnoeducación. Sus estudios de primaria y bachillerato los realizó en la Normal Superior Nuestra Señora de Las Mercedes de Itsmina. Al término de sus estudios secundarios obtuvo la beca Andrés Bello, que se otorga a los mejores bachilleres del país. En la actualidad es profesora de tiempo completo y dirige el Centro de Estudios Afrodiaspóricos de la Universidad Icesi, el cual tiene como objetivo principal trasmitir conocimiento de la diáspora africana y ofrecer cursos que le permitan a los estudiantes entender, como parte integral de su formación profesional, la importancia que tiene la población afrodescendiente y las transformaciones en las participado o han sido protagonistas. Aunque sus logros profesionales los atribuye a un trabajo dedicado y disciplinado, dice que todo lo que es hoy en día se lo debe a mucha gente que colaboró y se esforzó para que pudiera avanzar en sus estudios. Su madre, María Teresa Figueroa Rojas, no solo es el ser que más admira sino al que más le debe en la vida, quien la ha acompañado en los eventos más relevantes de su carrera profesional y de quien aprendió que el estudio es el único camino que puede cambiar el destino de una familia. Por eso, el recuerdo que más permanece de su niñez es el de una casa con muchos libros, los cuales disfrutaba leyendo todos los días cerca de una ventana que tenía vista el río. “Para mi mamá la educación y la generación del conocimiento eran la ventana hacia otra opción. Siempre me decía que yo tenía dos caminos: estudiar o hacer oficio en la casa, que escogiera”. Y esta sentencia, además de su permanente deseo por aprender, la llevó a ser autodidacta en la escritura, incluso aprendió a manejar las antiguas máquinas de escribir con un manual que reunía 90 lecciones que se podían desarrollar en igual número de días. Se considera una feminista afrodispórica, estricta con su trabajo, familia, amigos, colegas y estudiantes. Una mujer constante, que detesta la irresponsabilidad y para quien su idea de la felicidad, en término de sus relaciones con el otro, se centra en que toda la gente pueda vivir dignamente. No en vano, tiene como libro de cabecera Conversaciones conmigo mismo de Nelson Mandela, uno de los personajes que más la ha influenciado. Entre sus proyectos más próximos tiene la terminación de su libro, en español e inglés, sobre los factores de propiedad de la tierra en Colombia, así como otro, en inglés, sobre las condiciones de las mujeres afro. Sin embargo, la política es un tema que también le seduce porque en sus palabras: “Paula Marcela Moreno inició un trabajo en la política que requiere ser continuado, entonces yo no cerraría esa posibilidad”. Al pensar en un mensaje para las nuevas generaciones expresa que tienen la tarea de transformar la realidad de la región por encima de la extrema pobreza, que es la mayoría, así como de la extrema riqueza, que además comparten el mismo escenario. “Sabemos que hay racismo, sexismo y clasismo en esta sociedad,  pero debemos de hacer pronto los cambios que se requieren y esa es la gran responsabilidad”.