Boletín de prensa #456 emprendimiento Por: Melquicedec Lozano-Posso, Ph.D. profesor de la Universidad Icesi **** Aunque se ha incrementado la tendencia a documentarse sobre los temas que son de actualidad en el funcionamiento socio económico, la información nueva que surge continuamente es tan abundante que no da lugar a conocerla toda, ni siquiera la que compete sólo al interés personal. Este panorama es válido también para quienes se involucran en el proceso de creación de empresas, pues la diversidad de elementos en juego hace muy complejo conocer todo y proceder de manera individual en la perspectiva de un nuevo negocio. Esto lleva a la necesidad de complementarse con personas o entidades expertas en este caminar creativo. De aquí resulta importante la labor que se hace en materia de apoyos infraestructurales, de consultoría y de acompañamiento. Los apoyos infraestructurales que se brindan por parte de incubadoras, centros de innovación, universidades y espacios de interacción empresarial, facilitan el acceso a las pruebas, la experimentación, la vivencia en vivo para la construcción de productos o servicios piloto. Estos medios, aunque no siempre indispensables, ayudan a identificar las fortalezas y debilidades de las creaciones para poner a punto su funcionalidad, su calidad y la optimización de costos. Por otro lado, bien que se acceda o no a los apoyos infraestructurales, la asesoría y la consultoría se convierten en compañeros de alto valor casi desde el mismo momento en que surge la consideración de ser empresario. El consejo puntual de quienes están involucrados en la orientación empresarial contribuye a examinar los caminos más prometedores y posibles en el acometimiento de empresas innovadoras. Sin embargo, debe ser claro que lo señalado por asesores y consultores no ha tomarse como palabra sagrada, se ha conjugar con las vivencias previas del nuevo empresario, con sus intereses, con su búsqueda y con las indagaciones complementarias que realice. También es de gran importancia dar lugar a la posibilidad de acompañamiento profesional cuando no se tiene el conocimiento ni la experiencia suficientes en el tipo de empresa, sector y mercado en los cuales se incursiona. El acompañamiento consiste en el soporte continuado y disponible durante un tiempo considerado largo en los procesos de creación de empresas. Dependiendo de las necesidades, estos acompañamientos son brindados por consultores, coach, mentores, quienes tienen diferentes roles al acometer con el empresario el alcance de sus objetivos en diferentes áreas: arranque, tecnología, operación, economía, finanzas, asuntos legales, comercialización y marketing, networking, talento humano, expansión. El acompañamiento se hace valioso al caminar al lado del nuevo empresario en cuatro grandes momentos que son: la investigación y diagnóstico, el plan de acción, el seguimiento, las redefiniciones pertinentes. Los tres servicios mencionados anteriormente, sin ser los únicos, pero sí los más requeridos, conforman un conjunto apetecido por muchos en el mercado. Dependiendo del tipo de empresa a acometer y del entorno en el cual esta habrá de operar, se establece, casi de hecho, la secuencia o simultaneidad de estos tres servicios. Lo importante es que el nuevo empresario les saque el mejor provecho posible en los momentos oportunos, con el fin de que el proyecto empresarial tenga fundamentos sólidos desde el principio y salga avante frente a las fuertes mareas de los primeros años para que los siguientes tengan más probabilidad de ser altamente fructíferos. Enterarse de la oferta existente en estos tres tipos de servicios es una responsabilidad del equipo líder del proyecto. Su acogida implica exigencias de tiempo, esfuerzo y dinero, pero también se traduce en oportunidades valiosas que, se espera, reviertan estas inversiones.