twitter3 Boletín de prensa# 413 Entre tweet y tweet empiezan las campañas… Faltan poco menos de diez meses para las elecciones presidenciales, y algunas campañas han dado ya de qué hablar. No obstante,  la oferta de opciones aún debe decantarse. La mayoría de los partidos o movimientos políticos no ha definido sus candidaturas ni sus fórmulas. Esto dificulta una estimación precisa de las preferencias del electorado en relación con la contienda. De momento los esfuerzos de los precandidatos están mucho más enfocados en alcanzar el predominio dentro de sus propias etiquetas partidarias o potenciales coaliciones. Para lograrlo se concentran, más que en un posicionamiento general, en la consolidación del apoyo de sus grupos de referencia; y para ello desarrollan estrategias que tienden a apuntar a nichos específicos. Como es tradicional en esta coyuntura, es necesario consagrar tiempo y esfuerzo en encuentros públicos, reuniones locales, y eventos diversos para ejercer la necesaria disciplina del lobby y el rapport políticos. Sin embargo es también necesario tener en cuenta que actualmente el vínculo inmediato con los diversos actores del drama político, y especialmente con el electorado ya no son suficientes para garantizar el éxito de las campañas. Como lo mostró el éxito del uso de las plataformas digitales durante la campaña presidencial estadounidense de 2016, las redes sociales son un terreno en el que se juega buena parte de la disputa por la imposición de una marca política, la difusión de su mensaje, y la conquista de los afectos y el compromiso de los electores. Infogram Para tratar de entender con mayor  precisión  este tipo de comportamiento, estamos desarrollando una alianza entre docentes e investigadores de la Universidad Icesi -Juan Pablo Milanese y Mauricio Guerrero-, y Andrea Mamprin de Cocometrico SAS, con el objetivo de estudiar el desarrollo de las campañas en las redes sociales. Este ejercicio se basa en la hipótesis de que las métricas que dan cuenta de las interacciones que tienen lugar en estas plataformas sirven como fuentes de información no sólo para la comprensión de asuntos y fenómenos sociales propios de este contexto digital, sino también de la incidencia de dichas interacciones en fenómenos sociales como el sistema político-electoral. Para elicitar las maneras en que se manifiesta dicha incidencia de las interacciones online en el despliegue del proceso electoral se medirá la popularidad de los candidatos en Twitter; lo que implica, a su vez, establecer un descripción del sentimiento que la tuitósfera está manifestando con respecto a los candidatos. Es importante aclarar que la finalidad de este ejercicio no es realizar una estimación del voto, sino identificar el impacto comunicativo de los candidatos en esta red. Número de seguidores, engagement y popularidad en Twitter Durante Julio se registraron alrededor de 1 millón y 270 mil trinos que mencionaron, por lo menos, la cuenta de uno de los 33 candidatos activos en Twitter. Éstos tweets se distribuyeron entre 126 mil tuiteros a lo largo de todo el mes. El candidato que ha gozado de mayores niveles de popularidad en esta red fue Claudia López, cuya cuenta fue mencionada por 44 mil tuiteros, cifra que representa el 35% de las menciones de candidatos en el transcurso del mes. Le sigue de cerca Gustavo Petro, cuya cuenta oficial ha sido nombrada por 37 mil tuiteros (30%). Más alejados se encuentran Humberto de la Calle (quien posiblemente aumente de manera significativa en el mes de agosto como consecuencia del lanzamiento de su candidatura), y Jorge Robledo (19%). En un tercer grupo se distinguen los precandidatos del Centro Democrático (a excepción de Carlos Holmes Trujillo quien se encuentra por fuera del top diez), junto a Alejandro Ordoñez y Francisco Santos. Caber remarcar que, en relación con el CD la popularidad de Oscar Iván Zuluaga, quien se auto-excluyó de la carrera presidencial hace unos meses, fue mayor que la de los candidatos oficiales de su  partido. Puede notarse que entre los primeros diez no se registran los nombres de algunos de los candidatos más relevantes como son los casos de Germán Vargas Lleras, Sergio Fajardo, o Martha Lucia Ramírez. Son múltiples las explicaciones asociadas con estas ausencias. La primera que puede esbozarse está directamente relacionadas con sus perfiles y electorados potenciales. De hecho, el nivel de engagement de un candidato tiende a estar directamente relacionado con la intensidad del compromiso que éste posea con la red. Cuando el candidato carece de una estrategia adecuada  o no invierte en ella la interacción con el público es baja, y en consecuencia se le dificulta  la tarea de sumar nuevos seguidores. Este podría ser el caso de candidaturas como la de Germán Vargas Lleras, cuyo foco no se centra en las redes sociales, y quien enfatiza en su estrategia prácticas más tradicionales del ejercicio político y clientelar. El caso opuesto podría ser el de Claudia López que hace de las redes su hábitat natural en términos de discurso y agenda política. También es importante señalar que los candidatos con perfil regional tienden a poseer una menor visibilidad en esta red. Esto se debe a que la comunidad tuitera de Bogotá está sobredimensionada en términos de las proporciones del ecosistema digital. En el caso del Centro Democrático parece funcionar eficazmente una estrategia de comunicación común a todos los candidatos, la cual  consiste en producir una asociación entre los perfiles de éstos, y los del líder de ese partido a partir de un ejercicio de sponsorhip de los contenidos programáticos, generándose de esta manera un aumento significativo de visibilidad. Análisis de estrategias,  sentimientos e interacciones Con este ejercicio también medimos el nivel de sentimiento positivo, es decir el porcentaje de tuiteros que manifiestan apoyo o cercanía con el discurso de los candidatos. El cálculo se hizo clasificando una muestra estadística de los trinos de los diez candidatos más populares. Los tres candidatos con el sentimiento positivo más elevado resultan ser Jorge Robledo, Francisco Santos, y Rafael Nieto Loaiza (84%, 80% y 78%, respectivamente). Se puede notar que la confrontación entre Jorge Robledo y el fiscal Néstor Humberto Martínez está trayendo mucha visibilidad al primero. Dicha visibilidad influye positivamente en el nivel de aceptación del candidato.  Algo similar ha ocurrido con Francisco Santos: la polémica entre éste y  el caricaturista Matador generó un aumento de su popularidad. No obstante, en ausencia de un evento mediático de esre tipo, es posible que en el transcurso de los próximos meses Santos salga de la lista de los diez más reconocidos y con mayor apoyo. Rafael Nieto tiene una comunidad de seguidores muy fiel y todavía no recibe el tipo ni la cantidad de críticas que pesan sobre otros candidatos de su partido. En este sentido han sido muy fuertes las polémicas alrededor de María del Rosario Guerra, quien propuso al ex-presidente Uribe como su fórmula vicepresidencial; y la que se desarrolló alrededor de Paloma Valencia, quien se vio parcialmente afectada por la contienda entre el expresidente Uribe y el periodista Daniel Samper. En unos meses el número de contendientes disminuirá. Entonces se aclararán las estrategias electorales de los grandes partidos. Desde ese momento el volumen de conversaciones en Twitter empezará a aumentar sensiblemente, y serán más definidos también los niveles de recepción y aceptación de los distintos candidatos por parte del público.