Boletín de prensa # 384

 tip estapa universitaria

Por Ana Cristina Marín – Directora de Desarrollo Humano Y Salud Integral de Bienestar Universitario de Icesi

El ingreso a la Universidad trae consigo cambios para los que muchas veces no estás preparado, estos modifican el estilo de vida y van más allá del paso del colegio a la universidad y abordan diferentes aspectos de la vida.

Por ejemplo, salir de casa y vivir en otra ciudad es una situación que lleva implícito un esfuerzo emocional para hacerse cargo de nuevos asuntos funcionales y cuando esto no fluye, es posible que sientas sobrecarga de cosas, frustración, soledad y abandono, sumado a la presión de las nuevas demandas de la universidad. No obstante, cuando esto sucede, es importante revisar que es lo que no está funcionando y tomar acción. Permitir que se generalicen estos sentimientos, puede llevar a un desajuste emocional que compromete otras dimensiones de la vida personal y universitaria.

Por otra parte, las expectativas y la motivación al iniciar la vida universitaria suelen ser muy altas y los primeros impactos tienen que ver con resolver temas de horarios, largas jornadas en la u, identificación de vacíos en los conocimientos previos y nuevas reglas de juego,  que te pueden llevar a pensar que te has equivocado, pero también a reconocer que el camino requiere revisar y ajustar hábitos de estudio, capacidad de resolver problemas, tomar decisiones y permitirse fluir en el proceso. 

Es importante que no tomes decisiones en medio de la “tormenta”, hablar de lo que sucede y tomar perspectiva, siempre será un buen recurso para no precipitarse en acciones que son producto del impacto del cambio.

Otro aspecto a tener en cuenta es el cambio de ritmo personal, para invertir más tiempo en la universidad. Esto implica que los momentos de ocio de la cotidianidad del colegio, como dormir en las tardes, trasnochar con los amigos y la rumba, deben dar paso a las actividades y tiempos de la universidad. 

La sensación del tiempo ocupado versus lo que quieres hacer y lo que tienes que hacer, suele ser un factor asociado al estrés, que muchas veces se refleja en el cuerpo y la disposición personal, en el cambio de hábitos saludables relacionados con la conducta alimentaria, el sueño y la actividad física.  Este asunto requiere decisión y organización, es la única forma de lograr estabilizarse emocionalmente para dar paso a estrategias de administración de tiempo y balance de vida.

El establecimiento de nuevas relaciones implica habilidades sociales para conocer a los compañeros y lograr vínculos alineados con la vida de la universidad, en este proceso también se evidencia el cambio de la relación profesor – alumno, que ahora se consolida a partir de la autonomía del estudiante y no del control del mismo. Por otra parte, las relaciones familiares, también tienden a cambiar en función del nivel de ocupación y las demandas de la universidad.  Es importante que hables con tus amigos y familiares, buscando tener aliados que apoyen y comprendan esta nueva etapa.

Adaptarse a la Universidad es un proceso, que supone cambios y apertura, así como apostarle a un estilo de vida saludable donde hay tiempo para todo, si se logra una efectiva administración del tiempo, basada en hacer bien lo que hay que hacer, cuando se tiene que hacer. Esta nueva etapa te demanda abandonar la comodidad de lo conocido, para aventurarte a una nueva y fascinante realidad, como lo es la vida universitaria.