PROTESIS DE PIERNA: AVANCES

PROTESIS CUANDO FALTA UN MIEMBRO DEL CUERPO

El campo de los miembros artificiales se ha desarrollado intensamente en los últimos años. Los brazos y piernas robóticos siguen siendo muy caros, pero poco a poco se van abaratando. Los componentes técnicos que los componen son cada vez más baratos y las técnicas de montaje mejoran.

Foto: Protesis de pierna precios

Récords que hace unos años eran hitos -como escalar un rascacielos de 103 pisos con una pierna biónica- son ahora objetivos cada vez más alcanzables. En ello influyen muchos factores. La complejidad de una pierna biónica es enorme. Por eso el trabajo del Laboratorio de Ingeniería Biónica de la Universidad de Utath se centró en un enfoque diferente.

Allí desarrollaron un tipo diferente de pierna biónica que funciona con inteligencia artificial. Para entender en qué consiste este nuevo dispositivo, hay que conocer los diferentes tipos de prótesis que existen. El tipo más sencillo es un miembro pasivo. En este caso, se trata principalmente de una restauración estética con funciones estructurales. En el caso de una pierna, por ejemplo, su función es soportar el peso.

En una segunda fase, las prótesis se equipan con componentes electrónicos. Gracias a ellos, se consigue cierta movilidad. Y en el último nivel, hay miembros robóticos. Suelen estar conectadas a los músculos y trabajan en coordinación con ellos. Usted da órdenes al miembro biónico a través de sensores, incluso manualmente.

Una rodilla robótica

Fuente: protesis de pierna transtibial

Hablar de prótesis robóticas a estas alturas no es nada nuevo. Pero el campo está en constante evolución, y el objetivo es ayudar al paciente lo máximo posible. Cuando un paciente tiene que utilizar una prótesis robótica, el dispositivo tarda horas o incluso días en adaptarse completamente a sus movimientos y estilo. Se trata de un complejo proceso de coadaptación, en el que el miembro tiene que aprender a cooperar con el cerebro humano que controla el cuerpo en el que va a funcionar. Pero, ¿y si todo este proceso pudiera reducirse a sólo 10 minutos?

Un equipo de investigadores dirigido por la profesora Helen Huang, experta en ingeniería biomédica de las dos universidades de Carolina del Norte, ha encontrado una forma de acelerar la adaptación entre el cerebro y un miembro robótico mediante un sistema de inteligencia artificial que puede acelerar el proceso hasta unos 10 minutos, y lo ha aplicado a una rodilla robótica. El resultado es un proceso basado en parámetros específicos que definen la relación entre fuerza y movimiento. La rodilla robótica, por ejemplo, se basa en 12 parámetros, como la rigidez que debe tener la extremidad o la amplitud de movimiento al moverse hacia adelante y hacia atrás.

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