En el cuento Vacío la calle se va construyendo con la mirada del personaje que se detiene en aquello que le llama la atención, bien porque comparte sus pensamientos y sentimientos o porque choca con su estado de animo, o porque es una estrategia del autor para hacer más verosímil la narración. En nuestro caso, el relato refleja la disconformidad, plenitud-vacio, de nuestro protagonista. La calle participa de la configuración del sujeto en una concordancia estrecha e insalvable que le da sentido a sus imaginarios. Deja de ser ese lugar frío y lejano y se transmuta en espacio activo que ya no sólo es transformado sino que transforma. Es el vivo reflejo del progreso: edificios, tecnología; de la sociedad: masificación, hegemonía; del individuo: acelere, aislamiento. La calle, la ciudad, está tatuada en sus habitantes.
Andrés Caicedo y la representación de la calle,Andrés Caicedo y la representación de la calle
Posted octubre 28th 2008 at 12:29 by Ricardo Iglesias Davila
You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed.
You can leave a response, or create a trackback from your own site.
El artículo me pareció particularmente conciso. Me parece,
está muy resumido y se entiende bien (elemento que no es lo habitual precisamente).
Sería bueno encontrar más entradas de este tipo, seguramente seré un lector feliz ;).
Que se mantenga alumbrando el sol. Gracias. Buena suerte