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La próxima semana Invías publicará las condiciones para la licitación. Tras 16 años de gestión e insistencia de la dirigencia regional por la construcción del proyecto llamado ‘Supervía’, que uniría a Bucaramanga con Barrancabermeja, el Gobierno Nacional dio su primer guiño a la iniciativa vial al destinar 15.000 millones de pesos para los diseños de la anhelada obra. Del proyecto, que consta de 65 kilómetros, se volvió a hablar en diciembre pasado cuando las constantes lluvias activaron una falla geológica que destruyó tres kilómetros de la actual vía entre las dos ciudades incomunicando por más de un mes a la capital santandereana con el puerto petrolero y el Magdalena Medio.

La próxima semana el Instituto Nacional de Vías (Invías) publicará las condiciones para la licitación con la que se escogerá la empresa que realizará los diseños de la carretera, que costaría cerca de 700.000 millones de pesos. La vía, que usaría el trazado una antigua línea férrea no usada desde hace más de 30 años, comprendería 65 kilómetros entre Café Madrid (Bucaramanga)-El Conchal-Vanegas-Sabana de Torres y Puente Gómez, reduciendo en más de 45 minutos el recorrido que entre las dos ciudades más importantes de Santander se realiza en casi 3 horas. Félix Jaime Lasprilla, director de Desarrollo Territorial de la Cámara de Comercio de Bucaramanga, precisó que el proyecto ya cuenta con diseños de 35 kilómetros y que el terreno presenta inferiores al 2 por ciento, lo que hace muy bajos los costos de operación. La actual vía entre Bucaramanga y Barrancabermeja, que presenta serias dificultades por la lluvia y la erosión, no recibe un mantenimiento preventivo desde agosto del 2010, mes en que venció el contrato que tenía el Invías con una firma contratista.

Fuente: www.portafolio.com.co

La producción nacional creció 4,3 por ciento durante el año pasado, con un remate por encima de lo esperado mientras se vivía la emergencia invernal.

En medio del desastre invernal del último trimestre del año pasado, la economía colombiana tuvo un desempeño mejor que el esperado. El producto interno bruto (PIB, lo que produce toda la economía) creció 4,6 por ciento en el último trimestre y, de esta manera, el crecimiento en el año completo fue de 4,3 por ciento. El crecimiento del 2010 “es muy positivo para el país e indica que vamos en la senda correcta”, indicó el ministro de Hacienda (e.) Bruce Mac Master, quien explicó que el ‘talón de Aquiles’ sigue siendo el desempleo, pero va bajando décima a décima.

De nuevo, el crecimiento económico tuvo su principal impulso en el sector de minería, que creció 11,1 por ciento en el año. En el trimestre octubre-diciembre creció 7 por ciento. En cambio, el peor desempeño fue el del agro, que, pese a un repunte de 4,2 por ciento en el último trimestre, creció cero en el total del año (ver notas anexas). Al respecto, Mac Master indicó que el Gobierno está optimista en que la etapa de reconstrucción, tras la ola invernal, permita que el sector agropecuario empiece a reaccionar. Otros sectores que llevan la delantera son comercio, con 6 por ciento de crecimiento, lo mismo que transporte y comunicación. Por el lado de los rezagados, siguió el bajo ritmo de la construcción, con obras civiles paralizadas por el invierno. Su crecimiento fue de solo 1,8 por ciento en el año, aunque sorpresivamente creció 6,7 por ciento en el último trimestre.

La explicación del director del Dane, Jorge Bustamante, es que la medición del crecimiento se hace con base en los desembolsos de recursos, no con respecto a la ejecución de los mismos. Para Bustamante, es destacable el resultado de la industria manufacturera, que venía de un mal momento, con una cifra muy baja en el 2009 (caída de 3,9 por ciento), y en el 2010 creció 4,9 por ciento. El sector transporte creció 4,8 por ciento, pese a que las lluvias dificultaron la movilización. Un impulso importante tuvo que ver con el movimiento de hidrocarburos, sector que mantiene una fuerte dinámica, dice el investigador de la Universidad Nacional Ricardo Bonilla. Para la firma de análisis económico Correval, “los resultados del crecimiento de la economía estuvieron cerca del valor estimado por el consenso del mercado.

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En enero de este año, las ventas del grano sumaron 144 millones de dólares frente a los 56 millones en el mismo mes del 2010.

El café retomó su liderazgo entre las exportaciones agrícolas colombianas a Estados Unidos, que en conjunto crecieron en un 57 por ciento, durante el primer mes del presente año, en tanto que las ventas estadounidenses se doblaron, dando señas de recuperar el terreno perdido en los últimos dos años.

En términos redondos, las exportaciones de Estados Unidos alcanzaron un monto de 135 millones de dólares, con un alza del 219 por ciento. Por su parte, las importaciones desde Colombia sumaron 252 millones, cifra récord, gracias al repunte en las colocaciones de café.

De dicha suma, las ventas del grano representaron un total de 144 millones de dólares, que se comparan con los 56 millones que logró exportar Colombia en enero del año pasado. De mantenerse esta tendencia, según las cifras del Departamento de Agricultura, el café colombiano volvería a ser el número uno en este mercado, recuperando el liderazgo que perdió en manos de Brasil durante los últimos meses.

En el primer mes del año, las ventas de Brasil, aunque también crecieron, apenas lograron un monto de 127 millones de dólares. Durante el 2010 las exportaciones del grano brasileño superaron los 1.000 millones de dólares, frente a 772 millones de Colombia, condición que podría invertirse en el 2011 dado el gran despegue del café colombiano.

A lo anterior se agrega la nueva dinámica que muestran las importaciones de café por parte de Estados Unidos, las cuales registraron un aumento del 85 por en enero, con un monto superior a los 480 millones de dólares. En 2010, este país cerró con importaciones del grano por un valor que superó los 4.000 millones.

OTROS PRODUCTOS

El resto de las exportaciones colombianas, de origen agropecuario y pesquero, se mantuvo en niveles similares a los del año pasado, como es el caso de las flores, con 64 millones de dólares, y del banano, con exportaciones de casi 18 millones.

Las de pescados y camarones se acercaron a los 4 millones de dólares, con un aumento del 3 por ciento, frente a enero del 2010. Sorprende el caso del cacao, que durante el año pasado registró ventas cercanas a los 3 millones de dólares, y figura sin ningún monto al comenzar el año.

De lado de las exportaciones de Estados Unidos, se muestra una recuperación sustancial, retornando a los niveles del 2008. En efecto, las ventas de enero registran un crecimiento del 219 por ciento, para alcanzar un valor de 135 millones de dólares, impulsado por las mayores colocaciones de trigo, algodón, soya, aceite de soya, otros aceites vegetales y almidón de maíz, principalmente.

Las exportaciones estadounidenses al mundo crecieron en el primer mes en un 25 por ciento, contabilizando una cifra superior a los 12.100 millones de dólares, en tanto que las importaciones aumentaron en un 2 por ciento, superando los 7.700 millones de dólares.

Fuente: www.portafolio.com.co

La propuesta de Venezuela para un acuerdo de complementación económica con Colombia, que regule las relaciones bilaterales después del 21 de abril y cuya vigencia sería de cinco años renovables, comenzó a ser estudiada por el Gobierno y el sector privado colombianos.

El borrador de la iniciativa venezolana, entregado el pasado jueves, es una respuesta al planteamiento colombiano orientado a sentar las bases del marco jurídico dentro del cual se desarrollará la relación económica, comercial y de inversión bilateral después de la fecha mencionada, cuando se vencen los compromisos del vecino país con la Comunidad Andina (CAN).

En su propuesta, Venezuela reafirma su interés de fortalecer los encadenamientos productivos entre los dos países en los que los empresarios y los gobiernos puedan trabajar conjuntamente.

Venezuela, según el documento entregado el jueves, víspera de la reunión de los cancilleres y los equipos económicos de los dos países, plantea que dicho acuerdo se firme a un plazo de cinco años, que pueda ser renovable por periodos iguales, algo que no cuenta con el visto bueno del empresariado colombiano porque, dijeron fuentes del sector, no permite una planeación de largo plazo, indispensable en las relaciones de dos países que pretenden continuar con una sociedad de muchísimos años.

Igualmente, el Gobierno venezolano reitera su posición de que el acuerdo contemple la discrecionalidad para mover los aranceles según las necesidades de aprovisionamiento de los mercados, que también ha sido rechazada por empresarios y gremios de la producción de Colombia.

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