Confitería ‘endulza’ las exportaciones del Valle del Cauca

El mercado internacional de los confites se ha caracterizado por su gran diversidad de productos y de empresas. Desde los años 90 las firmas colombianas de este sector han orientado sus esfuerzos a incrementar su potencial exportador y a fortalecerse en el mercado interno, manteniendo estándares de calidad y procurando estar a la vanguardia de la tecnología.

El país exportó en el 2012, US$280 millones  en confites, de los cuales US$225 millones tuvieron origen en el Valle del Cauca, siendo esto equivalente al 80,4% de las ventas externas. En consecuencia, la confitería en este departamento se consolida como un rubro importante en las exportaciones del país, que alcanza un ámbito histórico.

 

En los ochenta Colombina, multinacional  vallecaucana líder en el sector de alimentos, ocupó el segundo lugar después de Inglaterra, como proveedor de dulces a los Estados Unidos. Desde entonces, uno de sus principales propósitos empresariales ha sido el mercado externo.

 

“Comprendimos que la supervivencia de una industria, en termino de tiempo, depende de la eficiencia con que se pueda producir y solamente a través de grandes producciones lograremos abatir los costos” aseguró Jacobo Tovar vicepresidente de Confitería Colombina.

 

A parte de la ubicación estratégica,  respecto de la cercanía con el puerto de Buenaventura, mano de obra calificada y liberación del precio de azúcar, otros factores relevantes para el éxito de la industria confitera en el Valle del Cauca, son los grandes agricultores y productores que fundaron los ingenios, los cuales permiten tener cosecha de caña de azúcar permanente y abastecimiento continuo por la  cercanía con las plantas de producción, implicando contar con una de las materias primas más relevantes para la fabricación de los productos.

 

Aunque las exportaciones llegan a más de 60 países, Estados Unidos, Venezuela, Ecuador y Perú, son los principales destinos  de la confitería del Valle, donde caramelos duros y masticables, chupetas, galletas y chicles se convierten en los productos que más obtiene el mercado externo.

 

Juan Carlos Cabal, director de Negocios Internacionales en Comestibles Aldor, firma que destina 60% de su producción a las exportaciones, equivalente a US$40 millones, manifestó que “tenemos un portafolio muy competitivo en calidad, diseños y propuesta de valor al consumidor. Somos muy exigentes en lograr una excelente competitividad en los mercados donde participemos”.

 

El directivo afirmó que se tienen  altas expectativas con la Alianza del Pacífico con miras a tener negocios más sostenibles en México, Chile y Perú y para los futuros integrantes de Centroamérica.

 

Así mismo destacó el deseo de llegar a países asiáticos, pero buscando mayores avances y ventajas  en tratados con estas nacionales.

 

No todo es un camino de rosas para las firmas exportadoras de confites en el Valle. Problemas que afectan otros sectores como la tasa del cambio,  costos altos en logística, fletes marítimos y de  transporte desde las plantas hacia el puerto, sumado al precio del azúcar que es alto a pesar del precio internacional, no permiten un proceso de despacho fluido de su portafolio competitivo en calidad y diseños.

 

Las exportaciones son constantes durante el año

Aunque se pudiera pensar que existe una gran oportunidad en las temporadas como San Valentín, Halloween, Pascua, Navidad, entre otras, en las cuales los consumidores podrían comprar mayor cantidad de confites, las ventas en el mercado externo son constantes en el año. Sin embargo, Estados Unidos es uno de los principales países de productos más estacionarios, mientras en Latinoamérica se genera una demanda en el incremento de galletas, pero no es muy significativa.

 

Fuente: LaRepublica.co

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