Una semana para recordar. El drama social en Icesi a causa de los despidos masivos y una reestructuración que va más allá

2 de marzo de 2023

 

Estaban diciendo por WhatsApp que, el rector de la universidad iba a estar en el auditorio Manuelita haciendo un tipo de reunión a las 11, por lo que probablemente era una buena idea ir y aparecerse en ese momento para que no se vaya a volar. Cuando estaba a punto de abordar el A14A camino a la Icesi, me encontré una compañera de carrera cercana, con la cual estuve en todos los espacios que nos tomamos los estudiantes el día anterior, recién se hizo plenamente conocido el dramático suceso para toda la universidad. La saludé y nos pusimos a hablar sobre el asunto que nos convocaba ese día a la universidad.

Los dos íbamos a lo mismo, pero no íbamos a clases. Asistimos para ir a la asamblea general de ese día, 3 de marzo, convocada para enunciar las preocupaciones de los estudiantes de la universidad. Pero antes, íbamos a asistir a la reunión extraordinaria de la carrera (primera de dos que ocurrieron en el semestre) en el laboratorio etnográfico, con nuestro director de carrera y, el que fue en ese momento, director interino de sociología. Ambos hablamos en el trayecto sobre las cartas que le hicimos al profe Tatha y se nos aguaron los ojos; íbamos vestidos de negro. Precisamente, la noche anterior se había esparcido un llamado a vestirse de negro, en concordancia con el sentimiento colectivo de pérdida. Nos mostramos nuestras cartas mientras llegábamos a la parada de la universidad y, mientras nos bajamos, me comentaba que, en un principio, no quería venir; no le daban ni ganas de volver. Esto mismo se lo escuché en el transcurso del semestre a varias personas del laboratorio etnográfico, a quienes les daba ganas de salirse de la universidad a causa del manejo que le estaba dando el nuevo rector. Para varios, cualquier otro cambio igual de errático iba a ser otro motivo para buscar la manera de irse.

Esta etnografía es una que, nace de la coincidencia de tener que escribir para una clase y, de encontrarme con eventos que chocaron abruptamente con la normalidad académica y laboral de estudiantes y colaboradores de la universidad que llevo habitando por dos años y medio. Nace a causa de la incertidumbre y el desengaño que estuvo rondado los 141.334 metros cuadrados de la universidad Icesi este semestre; sentimientos causados por una plétora de circunstancias que, si bien se juntaron para poner a la organización en una situación difícil, condujeron a la toma de decisiones. Por un lado, la administración de la universidad decidió recortar costos y llevar a cabo unos cambios en la estructura de algunas facultades. Por el otro, los estudiantes, profesores y colaboradores se vieron obligados a asumir los cambios y hacer algo al respecto. Una gran cantidad de estudiantes manifestaron su descontento e interpelaron a la universidad de diversas formas. Para los profesores y demás colaboradores, la situación apremió una adhesión forzosa y los obligó a encontrar formas distintivas de resistencia, dentro de unos nuevos márgenes de maniobrabilidad. Esta etnografía es producto de la revisión de los momentos que fueron gestados, no por gusto ni necesidad, sino como reacción a circunstancias que nos fueron impuestas, ante las cuales no quedó más remedio que hacer algo al respecto para hacer valer lo que consideramos, es justo.

Leer más:

Parte 1 Diario de Despidos Masivos

Patre 2 Diario de Despidos Masivos

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