Por: Isabella Aponte

La experiencia de viajar a Europa, conocer ciudades como: Bruselas, Berlín, Paris y Praga fue muy enriquecedora; no sólo por la agenda centrada en temas políticos, sino también por tener la oportunidad de conocer las ciudades y compartir estas experiencias con personas de la misma carrera.

Bruselas fue un destino en donde aprendí mucho, las visitas que realizamos fueron muy  interesantes y sirvieron mucho para complementar nuestra formación académica. Tuvimos una reunión con International Crisis Group, que es una organización no gubernamental, la cual está dirigida a la prevención de conflictos. Ellos nos hablaron de cómo hacen presencia en Colombia y las estrategias para tener información veraz en su página web. También fuimos a la Comisión Europea y al Parlamento Europeo, ahí aprendimos cuáles eran sus tareas y cómo funcionaba, sumando a los beneficios que tenía para Europa. Otro suceso importante para mi vida fue poder relacionarnos con las embajadas y poder escuchar los testimonios, en un futuro me gustaría desarrollarme en una labor como esa.

Por otro lado, en la ciudad de Praga visitamos el museo del comunismo, siendo el único en el mundo enfocado únicamente a este tema. Ahí pudimos profundizar sobre tema y conocer la perspectiva de un país que sufrió un golpe de Estado comunista. También me gustaron mucho las calles de Praga caracterizadas por su belleza, en donde uno se sentía como en un cuento de hadas. Lo único que me causó mucha tristeza fue no poder ver el reloj astronómico porque estaba en mantenimiento, pero es otro motivo para volver.

El momento más impactante fue cuando estuvimos en el campo de concentración Terezin. Pudimos conocer las tumbas de los judíos, los crematorios, el lugar donde hacían las autopsias, los camarotes donde dormían ansiados, el teatro y el cine (este fue campo en donde mucho artistas se encontraban, como músicos, artistas, profesores y la familia del reconocido escritor Franz Kafka). También vimos donde lavaban su ropa, el sitio designado para bañarse en conjunto solo una vez al mes, el paredón de fusilamiento y las celdas en donde eran castigados en total oscuridad. Gracias al guía pudimos darnos cuenta de las condiciones inhumanas en la que vivían, no sólo judios, sino también comunistas y homosexuales.

Cabe resaltar que este campo no tenía cámaras de gas. Algunas películas reconocidas como: el niño de la pijama de rayas, La vida es bella y La lista de Schindler han sido filmados acá. Entre otras cosas que pudimos ver acá dentro están los museos donde se mostraban pinturas y música de quienes allí estuvieron recluidos.

Fui mi primera vez en Europa, espero volver muy pronto y volver a ser parte de un Study Tour de la Universidad, para poder seguir conociendo el mundo.