Study Tour México 2022: desarrollo sobre tumbas y civilización

Por: Nicolás Velasco.

El viaje tenía un enfoque sobre conocer más de política, Relaciones e historia. Sin embargo, nos encontramos con una historia profunda de dolor, de muertes y de reivindicación. Al llegar a ciudad de México nos quedamos asombrados por lo gigante que era la megalópolis, más de 25 millones de personas concentradas en una sola ciudad. De igual forma, era majestuosa, muchas construcciones con estilo europeo, una arquitectura asombrosa llena de historia, de arte, de deleite visual. Estábamos sorprendidos por todo lo que podíamos ver, tanto desarrollo en una zona, tantos edificios gigantes como si se tratara del “primer mundo”. Pero eso es lo que a primera vista se queda.

El viaje estuvo lleno de momentos de aprendizaje. Tuvimos la oportunidad de ver una obra de teatro galardonada a nivel mundial, esta es una reconstrucción histórica del paso del tiempo de los indígenas a la colonia. En la obra se plasma de una manera realista el sufrimiento y el dolor que hubo en este proceso. En muchos lugares de la ciudad, principalmente en el Zócalo se observan las ruinas subterráneas de lo que era una grandiosa civilización indígena, los verdaderos fundadores de ciudad de México. Su cultura era supremamente avanzada como logramos aprender en el Museo de Antropología. Sin embargo, esta fue sepultada, negada y odiada durante muchos años gracias a los colonos y sus movimientos anti-indígenas.

Lo que hoy queda son unos ínfimos recuerdos de lo que algún día fueron estas grandes culturas. A pesar de esto, el Estado mexicano ha logrado en el último siglo darle reivindicación a los pueblos indígenas, a la importancia que su cultura tiene en el país, en las regiones y en el estilo de vida que ellos manejan. Se ha construido un discurso político de perdón, de restitución, de fraternidad que me deja atónito. Muchos presidentes han tenido descendencia indígena directa y una gran parte de su política aún se enfoca en esto.

Aunque existe un desarrollo lleno de sufrimiento, el pueblo mexicano ha logrado construir un discurso de fraternidad, donde al final todos son mexicanos y no existen diferencias que lo separen. Esto me ha resultado de suma importancia, porque es algo que podría replicar Colombia para sanar esas heridas que aun tanto nos afectan.